Lo que no te dicen de ser barista certificado
¿Qué pasa por tu cabeza cuando decimos «Café»?, tal vez ¿aroma?, ¿sabor?, ¿cultura?, o cualquier momento del día donde disfrutas tomar esta bebida.
A nosotros se nos viene a la cabeza las manos que siembran, cosechan y hasta la labor de aquellos que hacen preparaciones míticas a partir del grano que nos regala el cafeto.
Encontrar el equilibrio entre cómo realzar el sabor y conocer la historia del café es una habilidad, entre las tantas que posee un barista certificado.
En nuestra entrada ¿Quién está detrás de un café? destacamos las características profesionales de un barista certificado y tal vez surja la pregunta del millón: ¿Solo existe un perfil profesional capacitado para preparar una taza de café inolvidable?
Conseguir un buen café no es tarea fácil, influyen muchos procedimientos y el dominio de ciertas habilidades las cuales marcan la diferencia entre lograr la armonía perfecta de sabor, aroma y matices, o una preparación poco agradable.
La técnica, el tueste y tipo de grano, la taza a usar… juegan un papel fundamental en esta bebida.
Sin mencionar que el servicio no finaliza al entregar el producto. Un barista certificado complementa la experiencia explicando al cliente que va a beber y algún otro dato curioso relacionado con la bebida (esta dinámica suele hacer agradable la experiencia del comensal).
Sí, cualquier persona puede ser un barista certificado y para esto se necesita amor por el café, conocimiento y destrezas.
Consagrarse en el arte del café como un experto amerita conocer mucha teoría y ser muy constante en la práctica, piezas claves para lograr un producto de calidad y un servicio A1.