¿Cómo lograr que un restaurante sea sostenible económicamente?
¿Tienes un restaurante o planeas abrir uno? ¿Conoces las mejores prácticas para lograr la sostenibilidad económica en este particular negocio? Con la fuerte competencia, las restricciones por la pandemia y tantas distracciones que cautivan al consumidor, los emprendedores, gerentes y dueños de los negocios de alimentos necesitan estar constantemente actualizados con los mejores consejos y estrategias para mantenerse relevantes.
Sí, atrás están los días en que solo la comida era suficiente.
Revisemos algunos puntos importantes que debes tener en cuenta para lograr que un restaurante familiar, temático o de otra índole, sea sostenible económicamente, sin importar cuán grande o pequeño sea el negocio.
1. Ser un buen jefe
Operar un restaurante es en gran parte lidiar con los proveedores, la comida, las finanzas, el mercadeo, pero fundamentalmente este negocio es sobre personas. En este tipo de negocio son los empleados los que realizan casi todas las funciones que hacen que un huésped tenga una buena o mala experiencia gastronómica. Por lo tanto, los establecimientos de alimentos con los mejores empleados y una excelente estrategia de comunicación, tienen la mejor oportunidad de triunfar.
El éxito de un comercio de esta naturaleza no se puede medir solo por el volumen de ventas, sino por la baja rotación de sus empleados. Para esto la clave es contar con un personal que trabaje fuertemente para cuidar de sus clientes, quienes devolverán dicha atención regresando reiteradamente.
Por su parte, los gerentes deben actuar más como entrenadores que como jefes, y trabajar constantemente para crear un lugar en el que sus empleados se sientan lo mejor posible. Para Mario Puerta, gerente de los restaurantes y panaderías Santa Leña, la mejor forma de generar buenos vínculos laborales entre jefes y subordinados es mediante el respeto. “Los líderes deben ser respetuosos con todo el personal. Al generar respeto hacia los subordinados se generan vínculos de lealtades y esa es la base para que un restaurante sea sostenible. El principio es el respeto por el otro”, dijo.
Tan sencillo como mostrar un genuino interés personal por cada empleado, ser positivo, consistente y justo, nunca tener favoritismos o ‘roscas’ e incluso definir estrategias que indiquen cómo retener al personal con talento, son solo unos pocos ejemplos para construir un ambiente laboral adecuado.
2. Establecer un inventario de los productos claves
Un considerable aumento de las ganancias potenciales generalmente pueden perderse debido al desperdicio, robo o porciones de más de ingredientes y alimentos. Un restaurante bien administrado no permite que eso suceda, además que es muy diligente en aprovechar al máximo su surtido de comida saludable. Una forma de lograr este objetivo es instaurando inventarios constantes de ciertos productos claves.
Mediante un software o una hoja de cálculo que registre la cantidad de existencias (stock) que hay (o debe) haber para cada uno de los productos claves al final del día, tener un control del inventario es más fácil. Recuerda que mantener un registro al día de los productos alimenticios es fundamental para determinar objetivamente cuándo es necesario re-abastecerse, evitando así no poder servir alguno de los platos de la carta.
Tip: los productos claves de un restaurante son aquellos que representan entre el 60 y 70% del valor total en los costos de ingredientes y comida.
3. Priorizar la satisfacción del cliente por encima de todo lo demás
La primera prioridad del personal del restaurante debe ser siempre ofrecer una experiencia excepcional a los comensales, sin importar que su trabajo no involucre contacto directo con los clientes.
La creación de una cultura enfocada en la hospitalidad empieza con la contratación de personal con un deseo intrínseco de servir. Estas personas disfrutan cuidando y atendiendo a los demás, tienen una energía positiva y reciben una gran cantidad de satisfacción personal cuando son capaces de hacer que los demás se sientan bien.
Un cliente que se haya sentido a gusto con la experiencia ofrecida en el restaurante será alguien que, sin duda alguna, hablará muy bien del establecimiento, de la comida y la atención, propiciando así el tan anhelado voz a voz.
4. No competir en precios
Como ya lo hemos mencionado anteriormente, un restaurante de calidad es mucho más que los platos que pone en la mesa de sus clientes. Las personas no solo quieren satisfacer su apetito, sino rodearse de una atmósfera agradable mientras prueban bocado. Es por esa sencilla razón que competir en precios con otros establecimientos (del mismo segmento) es una práctica poco implementada.
En lugar de competir en precios, es mejor enfocarse en la calidad; comida de calidad, experiencia de calidad, servicio de calidad y unas instalaciones de calidad. De hecho, para Puerta “el factor fundamental por el cual las personas visitan y regresan a un restaurante en un 90% es por la calidad de la comida; y la calidad no es solo que la comida sea rica, sino que siempre tiene que sorprender y enamorar”. El criterio que muy pocas veces la gente utiliza para volver o no a un restaurante es el precio. Después de que los clientes salen de un establecimiento de este tipo, rara vez recuerdan exactamente cuánto dinero gastaron, pero definitivamente recuerdan lo que les gustó.